La tragedia griega proviene del
antiguo ritual llamado ditirambo, que era un sacrificio que se hacia en
honor a Dioniso (dios de la vendimia y el vino). Lo que se consideraba
más importante en estos rituales era la danza y el canto, interpretados por un
grupo de personas. Mientras que las ofrendas del público consistían
generalmente en un macho cabrío, que era consagrado a Dionisio.
Según las fuentes históricas en el
siglo VI a.C. un sacerdote de Dioniso, llamado Tespis, que
comenzó a cantar solo, estableciendo a sí una relación de "pregunta y
respuesta" en donde se realizaba diálogos con el coro. Convirtiéndose, en
cierto modo, en el primer actor griego que se tenga registro.
En el año -536 a .C., Tespis
gana el primer concurso trágico instituido por Pisístrato para las Grandes
Dionisias (fiestas que se celebraban durante los primeros días de abril y
que duraban 6 días).
Tespis reemplazó el pintarrajeo grosero de los coreutas por
una máscara de género estucado. Las máscaras representaban las facciones de los
distintos personajes. Las más primitivas estaban hechas de corteza de árbol
luego de cuero forrado con tela y finalmente, de madera.
Los fabricantes de mascaras eran excelentes
artesanos, la abertura de la boca era grande y prolongada como un embudo hecho
de cobre. Este formato contribuía a aumentar el volumen de la voz en escena.
Máscara de Dioniso
conservada en el Louvre.
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Con las innovaciones que introdujo Tespis,
la máscara griega dejó de lado el bestiario fabuloso y la tragedia adquirió un
tenor más humano.
Aunque el origen de la máscara fue
religioso, su uso sirvió para varios propósitos prácticos. Sin máscaras de
distintos diseños le hubiera resultado difícil a un actor representar dos
papeles. La boca muy abierta de las mascaras hace suponer que habría permitido
el uso de alguna clase de megáfono.
El ropaje con que se vestían en las
tragedias hacía que sus personajes pareciesen sombras de otro mundo. Los actores
trágicos trabajaban con máscaras, coturno y con ropaje completo.
Tenían que dar una enorme impresión:
su movimiento era estudio. Eran extrañas e imponentes figuras que aparecían
sobre las tablas elevadas sobre el coturno como si anduviesen con zancos; para
completar todo su enorme vestidura se rellenaba de borra o de paja, envueltas
en ropas largas y de vivos colores cuya cola arrastraba, con altos peinados
postizos y una máscara con la boca tan abierta que parecía como si quisiera
tragar a todos los espectadores, tenían que producir forzosamente una gran
impresión, que en época romana resultaba repelente o ridícula.
En cuanto a las decoraciones trágicas
representaban siempre grandes edificios con columnas y estatuas; las cómicas,
casas particulares y ordinarias; las satíricas, lugares campestres, árboles,
rocas, aves y, a veces, cabañas.
La maquinaria que se utilizaba se
basaba en unas plataformas montadas sobre rodillas; la rápida intervención de
los personajes y la aparición de alguna divinidad se obtenían por medio de un
artefacto que sujetaba al actor de una cuerda y le permitía suspenderse en el aire;
aparición sorprendente, casi prodigiosa, que dio lugar a la locución Deus ex-machina.
El actor griego tenía que ser artista
muy habilidoso y versátil. Si bien la mayor parte de sus discursos eran
declamados solemnemente, a menudo había un grado considerable de acción
violenta y expresión emocional, y
ciertos pasajes líricos tenían que ser cantados con el acompañamiento de
un ejecutante de flauta. Los auditorios griegos eran sumamente críticos con la
articulación de los actores y con el tratamiento que éstos dieran al texto y
exigían que lo siguieran estrictamente.
Los más importantes y reconocidos
autores de tragedias que se tiene registro fueron los tres trágicos (Esquilo, Sófocles y Eurípides)
que, en diversos momentos históricos, afrontaron los temas más sensibles de su
época.
Esquilo se caracterizaba por haber sido quien fijó las
reglas fundamentales del drama trágico. Se le atribuye la introducción
de máscaras y coturnos. Por otra parte, por él la tragedia
empieza a ser una trilogía. Al introducir un segundo actor, hace posible la
dramatización de un conflicto. La representación de la tragedia asume una
duración definida (del amanecer a la puesta del sol, tanto en la realidad como
en la ficción), y en el mismo día se representa la trilogía, en la cual las
tres partes están relacionadas con la misma historia.
En el año -268 a .C., el joven Sófocles compite por primera vez en los
concursos de las Grandes Dionisias.
En donde llega a vencer a Esquilo. Ya que mientras Esquilo representaba más el clasicismo y el arcaísmo griego,
Sófocles se inclino más por lo fresco y lo novedoso.
Una de las reformas que introdujo Sófocles
fue la introducción de un tercer actor en la tragedia, produciendo así una
interrupción en la entonces obligatoria trilogía. También amplió el número de coreutas de 12 a 15 y redujo el papel del
coro a unas intervenciones fijas más uniformes. Pero su mayor innovación se
refiere a la concepción de la tragedia como un todo y no como parte de una trilogía. Una
de sus obras más conocidas en donde muestra algunos rasgos que él utilizaba es
en Edipo Rey.
Unas de las reformas que Eurípides
introdujo fue la estructura formal de la tragedia ática tradicional. Mostrando
así personajes como mujeres fuertes, esclavos inteligentes y una satelización a
muchos héroes de la mitología griega. Por este motivo sus obras parecen ser más
modernas en comparación con las de sus contemporáneos, centrándose más en la
vida interna y en las motivaciones de sus personajes de una forma antes
desconocida para el público griego.
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