Una vez se construyo un cuadro en hierro sobre una lámina de
plomo con el número igual a siete veces siete. Luego se lo colgó sobre un río
por siete días. Cuando ya estaba listo, fue transportado por la noche al lugar
donde el hechizo se iba a realizar. Después se requirió una lágrima de una viuda,
tres piedras de la ribera del río y unos zapatos que no tuvieron ningún uso
durante un año.
Más adelante todo esto fue colocado, junto con un talismán, en
una caja de madera hecha sin clavos. Esta caja era posteriormente enterrada en
un sitio que no debía ser conocido por nadie. Cuando se necesitaba realizar el
hechizo, el operador hacía un dibujo de las cosas, y este a su vez era quemado
en fuego de madera blanca, mientras se pronunciaba siete veces las siguientes
palabras:
“EOO EOO
EOO MMOO ADADBASANA”
Logrando a si la muerte del individuo que se deseaba.
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